Explican con cangrejos mecanismos clave de la memoria humana
Un experimento
realizado en crustáceos permitió describir el modo en que las personas logran
generalizar ciertos estímulos como indicadores de experiencias previas, y
actuar en consecuencia.
Decirle
a alguien que tiene la inteligencia de un cangrejo no debería ser un insulto.
En efecto, estos crustáceos, con su pequeño cerebro, poseen una memoria más
compleja de lo que se pensaba, ya que pueden generalizar un recuerdo de modo
de, ante situaciones similares, actuar de la misma manera. El dato surge de un
estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que determinó cuáles
son las neuronas implicadas en este proceso.
“La capacidad para generalizar, que nos permite por ejemplo reconocer a un
policía por el uniforme, sin importar si es un hombre o una mujer, implica una
plasticidad del cerebro que hasta hace poco se pensaba que no existía en los
artrópodos”, afirma la doctora Julieta Sztarker, investigadora del Ifibyne, el
instituto dependiente del CONICET que funciona en la FCEyN. Y agrega: “Lo
cierto es que estudiar la memoria en organismos más simples nos permite
utilizar métodos invasivos imposibles de usar en humanos y puede aportar
conocimientos que ayuden a comprender cómo recordamos y generalizamos los
humanos.”
Generalizar implica que “la memoria puede guardar algunos rasgos fundamentales
de la imagen o la experiencia aprendida y, al encontrar esos rasgos en otro
estímulo, reconocer lo aprendido”, detalla la investigadora, autora del trabajo
publicado junto con el doctor Daniel Tomsic, también investigador del Ifibyne.
Para poner a prueba la memoria en el cangrejo, los investigadores diseñaron un
conjunto de experimentos. Uno de ellos consiste en pasar, por encima de la
cabeza del animal, una figura en movimiento que simula el vuelo de una gaviota,
el principal predador de los cangrejos que habitan en las playas. Ante esta
visión, el animal intenta huir. Pero si el estímulo es presentado en reiteradas
oportunidades, el cangrejo ya no se mueve, pues aprendió que no debe
preocuparse: no se trata de un predador.
Lo interesante es que si se realiza algún cambio en la figura, el cangrejo
sigue reconociéndola como “no peligrosa”, y no escapa. Esto prueba que el animal
es capaz de generalizar, a diferencia de Funes, el memorioso, el personaje del
cuento de Borges al que le molestaba que “el perro de las tres y catorce (visto
de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de
frente)”.
“Lo que hace el animal, en vez de guardar información de todo el estímulo, es
extraer las propiedades básicas que lo definen, y luego las reconoce en otro
estímulo”, señala Sztarker, y aclara: “El cangrejo sólo reconoce el estímulo si
se modifica su posición. Si lo que cambia es la dirección del movimiento, no
puede generalizar y da una respuesta de huida.”
Cuando los investigadores incorporaron más cambios en el experimento,
observaron que el cangrejo ya no podía generalizar. Así vieron que la memoria,
si bien tiene plasticidad, es específica para un solo estímulo. “La memoria
debe ser lo suficientemente plástica para no tener que formar millones de
memorias para objetos parecidos, y, por otro lado, no correr el riesgo de
confundir cosas que son muy distintas”, indica la investigadora.
Los estudios mostraron que la memoria del cangrejo es capaz no sólo de guardar
información sobre otros componentes de la escena, sino también de generalizar
entre estímulos parecidos entre sí. “Estos experimentos tienen el doble
propósito de mostrar, por un lado, que en cerebros simples se pueden albergar
tareas complejas, y por el otro, indagar si el procesamiento es similar o no al
de cerebros más grandes”, concluye Sztarker.
Tomado
de: http://tiempo.infonews.com/2012/07/10/sociedad-80614-explican-con-cangrejos-mecanismos-clave-de-la-memoria-humana.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario