24 de enero de 2014

Se cree que los recuerdos están codificados en forma de conexiones sinápticas estables.




Investigadores del Colegio de Medicina Albert Einstein de Medicina de la Universidad de Yeshiva se adentraron en el interior del cerebro para saber cómo es que se forman los recuerdos.  Gracias al uso de un modelo de ratón y utilizando técnicas avanzadas de imágenes cerebrales, se pudieron establecer las bases moleculares que forman la memoria. Los científicos etiquetaron las moléculas indispensables en la creación de recuerdos y les dieron seguimiento a medida que viajaban dentro del cerebro de un organismo vivo.

Por mucho tiempo se ha intentado conocer cómo es que se forman los recuerdos, sin embargo, los investigadores han enfrentado un gran problema: las neuronas son extremadamente sensibles a cualquier tipo de interrupción. Para observar profundamente las neuronas sin dañarlas, los investigadores desarrollaron un modelo de ratón en el que las moléculas “mensajero ARN” ( ARNm ) fueron etiquetadas con colores fluorescentes, éstas codifican la proteína beta-actina, proteína estructural y esencial que se encuentra en grandes cantidades en las neuronas del cerebro, y se considera factor clave en la formación de recuerdos.

Es de destacar que hemos sido capaces de desarrollar este ratón sin tener que utilizar un gen artificial u otras intervenciones que podrían haber alterado las neuronas", señaló Robert Singer en un comunicado, autor principal de las investigaciones, profesor y copresidente del departamento de Anatomía y Biología Estructural y codirector del Centro de Gruss Lipper Biophotonics del Colegio de Medicina Albert Einstein.

En el estudio descrito en dos artículos publicados en Science, los científicos estimularon las neuronas del hipocampo, donde se forman y se almacenan los recuerdos, de un ratón y luego observaron la fluorescencia de las moléculas de ARNm y su viaje dentro de las dendritas. Descubrieron que el ARNm en las neuronas se regula a través de un nuevo procedimiento "enmascaramiento y desenmascaramiento", que permite que la proteína beta- actina sea sintetizada en momentos, lugares y cantidades específicas.
Sabemos que el ARNm beta-actina observado en estos dos documentos era ARN normal. Y unir la proteína verde fluorescente a las moléculas de ARNm no afectó a los ratones, sanos y capaces de reproducirse", explicó el doctor Singer.
Las neuronas se unen en las sinapsis, donde las dentritas en forma de espinas de cada neurona se unen entre sí, como cuando entrelazamos los dedos de nuestras manos. La evidencia indica que la estimulación repetida de los nervios aumenta la fuerza de las conexiones sinápticas al cambiar la forma en que se unen estos "dedos” de la dendrita. La proteína beta- actina parece reforzar estas conexiones sinápticas mediante la alteración de la forma de las espinas dendríticas. Se cree que los recuerdos están codificados en forma de conexiones sinápticas estables y duraderas entre las neuronas que están en contacto entre sí.

Uno de los artículos fue escrito gracias al trabajo de Hye Yoon Park, estudiante postdoctoral del Dr. Singer y actualmente profesor en Colegio de Medicina Albert Einstein. Su investigación realizada en roedores con fluorescencia ARNm tómo cerca de tres años.

La Dra. Park estimuló individualmente las neuronas del hipocampo del ratón y observó moléculas de ARNm beta- actina recién formadas entre 10 a 15 minutos. Lo cual indica que la estimulación del nervio había causado una rápida transcripción del gen beta-actina.
Otras observaciones sugirieron que estas moléculas de ARNm beta- actina se agrupan y desagrupan continuamente en partículas grandes y pequeñas. Los investigadores observaron cómo viajan estas partículas a sus destinos a través de las dendritas (lugar donde se sintetiza la proteína beta- actina).

El segundo artículo describe la investigación realizada por Adina Buxbaum, también del laboratorio del Dr. Singer. En él se habla sobre el control que tienen las neuronas en la síntesis de la proteína beta- actina.
Contar con una estructura larga y atenuada significa que las neuronas se enfrentan a un problema de logística. Las moléculas ARNm beta- actina deben viajar a través de la célula, pero las neuronas tienen que controlar su ARNm para que la proteína beta- actina sólo esté presente en la base de las espinas dendríticas", indicó  el Dr. Singer.

Por su parte, el análisis realizado por Buxbaum reveló un mecanismo neuronal muy  novedoso: se encontró que tan pronto como las moléculas de ARNm beta- actina se forman en el núcleo de las neuronas del hipocampo y viajan hacia el citoplasma, el ARNm se envasan en gránulos volviéndose inservibles para la fabricación de proteínas. Posteriormente, se notó que la estimulación de la neurona causó que estos gránulos se deshicieran, de modo que las moléculas de ARNm se volvieron nuevamente accesibles para la síntesis de la proteína beta- actina.
No obstante, esta cuestión desató la pregunta sobre la activación y desactivación de las neuronas en la creación de la proteína beta-actina.
Buxbaum hizo una notable observación sobre que la disponibilidad de ARNm en las neuronas es un fenómeno transitorio. Ella vio que después de que las moléculas de ARNm generan la proteína beta- actina por unos pocos minutos, de repente se vuelven a juntar para empaquetarse y una vez más, se vuelven invisibles. En otras palabras , la condición predeterminada de ARNm en las neuronas es un tipo de envasado inaccesible", aseguró Singer.
Estos hallazgos sugieren que las neuronas han desarrollado una ingeniosa estrategia para controlar el trabajo de las proteínas encargadas en la memoria.
Esta idea de que las neuronas activan y desactivan selectivamente la síntesis de proteínas encaja perfectamente con nuestra forma de pensar acerca de la formación de recuerdos. La estimulación frecuente de la neurona ARNm crearía frecuentes estallidos, causando una acumulación de la proteína beta-actina precisamente donde más se necesita para fortalecer la sinapsis", afirmó el doctor Singer.
Para obtener una mayor y mejor comprensión de la memoria, el Dr. Singer y sus colegas está desarrollando tecnologías para  la obtención de imágenes de neuronas intactas de ratones. Debido a que el hipocampo se encuentra alojado profundamente dentro del cerebro, los científicos esperan desarrollar proteínas fluorescentes- infrarrojas que emitan luz y sean observadas a través de los tejidos. No obstante, otra posibilidad es el uso de un dispositivo de fibra óptica que se puede insertar en el cerebro para observar las neuronas del hipocampo encargadas de la memoria.

21 de enero de 2014

Café para la memoria

La cafeína contribuye a la consolidación de la memoria a largo plazo.

Una reciente investigación confirma que la cafeína mejora la memoria a largo plazo... si se toma después del aprendizaje. Un equipo dirigido por Michael Yassa, de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, así lo ha constatado. Los investigadores presentaron a los probandos univesitarios una serie de imágenes. A continuación administraron a la mitad de ellos una píldora de 200 miligramos de cafeína; el resto de probandos recibieron un placebo. Veinticuatro horas después se volvió a convocar a los participantes para que llevasen a cabo una segunda prueba de memoria. Esta vez debían indicar qué fotografías habían visto el día anterior y cuáles eran nuevas. Los investigadores colocaron, a propósito, algunas imágenes que se asemejaban a las de la primera prueba.

Mejor recordación

Si bien todos los participantes podían distinguir las imágenes nuevas de las que ya habían visto, en el caso de las imágenes «trampa» puntuaron mejor aquellos probandos que después de la memorización de las fotografías habían tomado la dosis de cafeína.

Hasta ahora se sabía del efecto beneficioso de la cafeína para la memoria a largo plazo, mas la sustancia se había suministrado antes del ejercicio de aprendizaje. Según los investigadores, ello dificultaba separar la influencia que la cafeína ejerce en la memoria de otros de sus efectos, entre ellos, un aumento en el estado de alerta. Por otra parte, una información que se acaba de aprender requiere un tiempo hasta que se ha asentado en la memoria. Se piensa que la toma de cafeína justo después del aprendizaje podría favorecer el proceso de consolidación del conocimiento. Con todo, se desconoce qué mecanismo subyace a este fenómeno.

Así pues, ¿mejor tomarse una taza de café antes del examen? No necesariamente, apuntan los autores. Según su estudio, un aumento de la dosis de cafeína de 200 a 300 miligramos no llevaba a los probandos a mejorar su rendimiento memorístico. Incluso sugieren que el rendimiento tras una alta concentración de cafeína podría disminuir. Cuán fuerte y duradero resulta el efecto de la cafeína difiere de persona a persona, de la misma manera como sucede con el alcohol.

Vídeo explicativo, en inglés, de la Universidad Johns Hopkins:



Más información en Nature Neuroscience
Fuente: Spektrum.deTomado de: http://www.investigacionyciencia.es/noticias/caf-para-la-memoria-11749?utm_source=boletin&utm_medium=email&utm_campaign=Psicolog%C3%ADa+y+neurociencias+-+Enero

13 de enero de 2014

El precúneo, clave en la evolución cerebral de nuestra especie

Se acaba de publicar en la revista Journal of Anatomy un estudio del investigador Emiliano Bruner, responsable del Grupo de paleoneurología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), sobre la geometría de las áreas parietales profundas del cerebro humano, y en concreto de la parte central, el precúneo, clave en la evolución cerebral de Homo sapiens.

Considerada uno de los principales centros de integración de nuestras redes neurales, e involucrada en procesos asociados a memoria e integración visuo-espacial, este área ha resultado ser la principal fuente de variación anatómica en la organización espacial del cerebro, influyendo sensiblemente con su forma y proporciones en la organización espacial de los hemisferios cerebrales.

Como explica Emiliano Bruner, este mismo patrón de ampliación parietal ha caracterizado la evolución del cerebro en nuestra especie, y es muy interesante saber que sigue siendo un componente importante de la variabilidad moderna. Las funciones cognitivas asociadas al precúneo contribuyen a integrar las informaciones cerebrales (internas) con las informaciones ambientales (externas), y representa por tanto un nudo importante para los procesos que generan autoconciencia y mente. ?Queda por evaluar si tales variaciones morfológicas del precúneo pueden estar asociadas con variaciones en las capacidades cognitivas?, añade Bruner.

Hace ya diez años que Emiliano Bruner, entonces en la Universidad La Sapienza de Roma, publicaba los primeros análisis geométricos de la forma cerebral en el género Homo, evidenciando que la característica principal de nuestro cerebro es la ampliación de las áreas parietales, que ocupan la región posterior y superior de la bóveda craneal.

En los años siguientes se descubrió que esta geometría cerebral se alcanza en las primeras etapas de vida después del parto, en un estadio de desarrollo que está ausente tanto en chimpancés como en los Neandertales.También se descubrió que estas áreas representan un nudo fundamental en la organización de las redes del cerebro, y que tienen tipos de células diferentes de los otros primates. Además cumplen un papel fundamental en los procesos asociados a la inteligencia, relacionadas con las capacidades de simulación y de imaginación.

Alzheimer y evolución cerebral

En esta misma área se localizan también los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer, lo cual hizo proponer a Emiliano Bruner y la neuropsicóloga Heidi Jacobs, del Instituto Alemán de Neurociencia y Medicina de Jülich, en un trabajo publicado en 2013, una hipótesis para interpretar la neurodegeneración asociada a esta patología en clave evolutiva.

En este trabajo también han colaborado investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Maastricht.