31 de marzo de 2014

"Un cierto nivel de estrés da vitalidad, activa la memoria y el optimismo"

Fernado Lara (psicólogo) subraya la importancia de saber controlar la ansiedad para evitar la medicación.

"El estrés, con moderación, es bueno, nos hace estar alerta y pone a funcionar nuestros sistemas neuropsicológicos". Fernando Lara es psicólogo desde hace más de veinte años, psicoterapeuta, coach y trabaja para centros escolares, ayuntamientos y entidades bancarias. En sus talleres enseña cómo vivir con la dosis perfecta de estrés, ofreciendo técnicas para controlarlo y mantenerlo a raya. "El estrés es algo muy importante en nuestras vidas".

Pero, ¿qué es exactamente el estrés? Es una reacción fisiológica del organismo en la que entran en juego numerosos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante. "Es algo adaptativo, necesario y bueno, a pesar de que se cree lo contrario", apunta Fernando Lara. "Es una respuesta natural y necesaria, a pesar de lo cual hoy se confunde con una patología".

Lara compara el estrés con el duelo, cuando gran dolor produce el lloro. "El llorar también es adaptativo, hace que el cuerpo explote y echemos todo lo que tenemos que echar", explica.

Entre lo positivo de tener una cierta activación de estrés se pueden enumerar todos aquellos efectos que llevan al éxito: genera concentración, por ejemplo, para estudiar, activa la orientación, la memoria, da vitalidad, hace ser más optimista... "Nos hace resolver problemas de forma brillante en situaciones de dificultad", resume el psicólogo.

Sin embargo, hay otra cara de la moneda, aspectos negativos, lo perjudicial del estrés, que conduce al fracaso en las diferentes acciones. Una gran dosis de estrés hace que perder la atención y la concentración, aumenta la irritabilidad, favorece la aparición de ideas muy negativas, afecta a la autoestima y genera mucha inseguridad. "A esto le debemos sumar una falta de respuesta correcta ante los imprevistos", añade Lara.

"El estrés se va produciendo de una forma paulatina, muy poco a poco, y no hay una sola razón por la que una persona se estresa: son múltiples los factores que actúan", asegura.

En efecto, las causas del estrés son muchas y muy variadas. Entre las que llegan del entorno, destacan algunas como el ruido, añadido al ritmo de trabajo, los horarios y las diferentes normas sociales. El cuerpo humano también es una fuente de estrés para el hombre. "Las diferentes etapas de la vida, la etapa evolutiva, generan estrés: la adolescencia, la vejez...". Las diferentes enfermedades, el dolor, tener que seguir una dieta, la falta de sueño y los propios pensamientos también fomentan este proceso psicológico, completa.

Así, poco a poco, paulatinamente, se crea una gran bola de nieve, que en determinadas ocasiones supera el límite. "Hay un punto en el que no hay vuelta atrás. Llegados a ese punto, nos es imposible controlarnos, no hay ninguna técnica que funcione y se debe recurrir a la medicación", advierte el psicólogo.

Para evitar llegar a esos extremos, una de las técnicas o herramientas que propone Lara es controlar la respiración tan pronto como uno siente que aumentan los niveles de ansiedad. Así, una respiración realizada con el diafragma, regular, ayuda a oxigenar el cuerpo, incluídos el cerebro y el sistema nervioso. "Es importante mantenerse sentados, porque puede llegar a marear", aconseja el especialista.

En caso de que el estrés afecte al sueño, modificando el ciclo normal, Fernando Lara apunta varias claves que pueden paliar el insomnio: "Si estáis en la cama y véis que la cabeza empieza a dar vueltas, hay que levantarse y hacer una actividad que canse: cocinar, leer, ver la tele? fuera de la cama. La cama es sólo para dormir". Además, aconseja quitar la cafeína de la dieta y "dejar de tomar esas cenas opíparas a las ocho de la tarde", sustituyéndolas por alimentos muy ligeros, como fruta o verdura. "Y, si no, caminar y bajar esa cena. Uno no se debe acostar con la tripa llena", apunta.

Son dos recomendaciones, junto a la de evitar romper el ciclo del sueño por la tarde, que se deben tomar antes de acudir al médico y a los medicamentos. El deporte también ayuda a evitar las pastillas, "que siempre tienen efectos secundarios", asegura el psicólogo.

Tomado de: http://www.lne.es/occidente/2014/03/13/lara-nivel-estres-da-vitalidad/1555749.html?utm_medium=rss

A más edad, peor sueño y memoria

Vinculan el envejecimiento cerebral con un deterioro de la calidad del sueño y de la memoria.



El envejecimiento en los humanos se relaciona con una pérdida gradual de las células cerebrales, las alteraciones del sueño y la disminución de la función de memoria, empero el modo en que se encuentran vinculados estos factores no se acababa de resolver. Un estudio reciente sugiere que la clave de la reducción de la memoria en la senectud reside en el sueño más ligero que acompaña al envejecimiento del cerebro.

Los investigadores de la Universidad de California en Berkeley hallaron en su trabajo que las personas mayores experimentan una fase profunda del sueño menor que sus contrapartes más jóvenes, fenómeno que han asociado de forma directa con un peor rendimiento de la memoria. Asimismo, el ensayo ha revelado que las personas mayores presentan una menor capacidad de recordar información novedosa tras dormir en comparación con los sujetos jóvenes.

El experimento

El equipo dirigido por Bryce Mander, de la Universidad de California en Berkeley, reclutó a a un total de 33 probandos sanos, 18 de los cuales contaba con unos 20 años, mientras que la edad de los 15 restantes se encontraba entre los 60  los 70 años largos. Pidieron a los participantes que memorizaran una lista de pares de palabras. Al cabo de 10 minutos, se solicitó a cada uno de ellos que nombrara los vocablos que acababa de aprender.

Tras ello, dejaron dormir a los probandos, circunstancia que los científicos aprovecharon para registrar  su actividad cerebral mediante electroencefalografía. A la mañana siguiente, los participantes debían repetir algunas de las palabras de la lista que habían aprendido el día anterior. Se volvió a medir su actividad cerebral, esta vez con resonancia magnética funcional.

Los resultados

Aunque los individuos jóvenes y los adultos mayores recordaban más o menos igual cantidad de palabras al cabo de 10 minutos de aprenderlas, tras un período de sueño los resultados diferían: los adultos mayores puntuaron un 55 por ciento más bajo en la prueba de memoria que los probandos veinteañeros. También mostraron una disminución significativa en las ondas cerebrales lentas asociadas con el sueño profundo (este era un 75 por ciento menor que en los participantes más jóvenes).

Los autores relacionan la alteración del sueño profundo que observaron en los adultos mayores con el deterioro de la memoria; de hecho, los probandos que manifestaron una actividad de ondas lentas menor recordaban menos pares de palabras. Asimismo, asocian esas diferencias con una reducción de la materia gris en la corteza prefrontal medial. «Sabemos desde hace décadas que el sueño se interrumpe en los adultos mayores, pero no sabíamos por qué», explica Mander. Y continúa: «Nuestros hallazgos muestran que el deterioro del cerebro y las alteraciones de la memoria y el sueño no son independientes, sino que están relacionados entre sí».

Ondas de la memoria

Se sabe que el sueño refuerza las memorias recientes. Por otra parte, se piensa que las ondas cerebrales lentas aumentan la transferencia de información desde el hipocampo (estructura cerebral crucial para la memoria) a otras partes del cerebro para el almacenamiento a largo plazo. Sin embargo, algunos científicos piden prudencia ante los resultados, ya que las diferencias anatómicas observadas podrían indicar una neurodegeneración temprana, no simplemente una pérdida natural de volumen cerebral. Según advierte Roxanne Sterniczuk, de la Universidad de Halifax: «La imposibilidad de examinar los cerebros de los participantes en relación a posibles patologías resulta una limitación importante. Sería interesante seguir con el estudio de estos mayores a lo largo del tiempo, o añadir un grupo de probandos con demencia para comparar las diferencias entre unos y otros».

Mander opina: «La interrupción del sueño es aún más pronunciada en el allzhéimer. Por ello, un siguiente paso sería ver si la interrupción del sueño en estas poblaciones se halla asociado con los síntomas de su memoria. De ser así, centrarse en el sueño podría reducir algunos de sus déficits.»



Tomado de: Investigación y ciencia

Hallan variantes de tres genes capaces de reducir ocho veces el riesgo de padecer Alzheimer

Investigadores del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (Iphes), el Hospital Sant Pau de Barcelona y el Consorci Hospitalari de Vic han hallado seis variantes.

Investigadores del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (Iphes), el Hospital Sant Pau de Barcelona y el Consorci Hospitalari de Vic han hallado seis variantes de tres genes capaces de reducir ocho veces el riesgo de padecer Alzheimer, así como de aumentarlo en hasta tres veces.
Tras hacer un estudio genético de 413 enfermos, se ha identificado que unas modificaciones bioquímicas causan la desactivación o activación de los genes, con lo que se favorece o no la aparición del Alzheimer, han informado en un comunicado este lunes los tres organismos protagonistas del hallazgo, publicado en la revista 'Alzheimer's disease and related disorders'.

Las seis variantes de los tres genes pertenecen a la proteína reelina, íntimamente relacionada con la plasticidad neuronal, que se encuentra en muchas células del cuerpo pero que en el cerebro tiene un papel esencial, puesto que ejerce una gran influencia en el aprendizaje y la memoria de los adultos.
Tres de las variantes identificadas están situadas en la región promotora del gen, un fragmento de éste que no codifica proteínas, sino que regula su actividad: esto sugiere que el mayor o menor riesgo de presentar Alzheimer podría venir determinado por modificaciones bioquímicas que se producen como resultado de factores ambientales, como la dieta, los tóxicos y el estrés.

Los genes encontrados en este estudio han aumentado su expresión en el cerebro de los primates y la reelina parece expresarse en un mayor número de células cerebrales en el ser humano en relación a otros primates. El gen que más cambios ha sufrido en la evolución humana --18 sustituciones en los últimos 7 millones de años y sólo 2 sustituciones en los anteriores 300 millones de años-- es el HAR1F, que entre otras cosas parece controlar la expresión de reelina.

"El poseer determinadas variantes de los genes que codifican las proteínas de esta sustancia puede ser uno de los factores que habría hecho a los seres humanos más vulnerables a los factores que producen la enfermedad de Alzheimer, muy frecuente en nuestra especie y extremadamente infrecuente en otros mamíferos", ha sostenido el neurólogo del Consorci Hospitalari de Vic Enric Bufill.

Tomado de: LaVanguardi.com

18 de marzo de 2014

Dieta balanceada en aminoácidos, incluyendo carnes y vegetales, ayuda a salud del cerebro

Una dieta balanceada, incluyendo vegetales y productos de origen animal con aminoácidos, forma parte de los cuidados que debe tener el cerebro humano, señaló la integrante del Centro de Investigación Biomédica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Michoacán, Blanca Gutiérrez Guzmán.

A su vez, la especialista del mismo centro, Graciela Letechipia Vallejo, afirmó que por esa razón se justifica consumir alimentos de origen animal. “Si se tiene una dieta exclusivamente vegetariana, se corre el riesgo de tener carencia de los precursores de los neurotransmisores del cerebro, debe haber una dieta balanceada, con carnes, huevos, lácteos, pues los alimentos de origen vegetal como soya, sí tienen aminoácidos de este tipo, pero en una cantidad más pequeña, por lo tanto, con una dieta estrictamente vegetariana, se corre el riesgo de no tener la cantidad suficiente de aporte de aminoácidos”.

Durante la Semana Internacional del Cerebro, realizada en el Museo de Historia Natural de la Universidad Michoacana, Blanca Gutiérrez, especializada en el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Guadalajara (UdeG), precisó que el cerebro a nivel celular se conforma por aproximadamente 100 mil millones de neuronas, y éstas se comunican entre sí a través del proceso de Sinápsis, que dependen a su vez de los neurotransmisores, los cuales son liberados hacia las distintas áreas cerebrales, generando un efecto inhibidor o al contrario activador, así como provocar enfermedades relativas a pérdida de la memoria, por ejemplo.

Estos neurotransmisores, dijo, son sintetizados a partir de aminoácidos incorporados a la dieta, los cuales deben consumirse para ayudar al cerebro a no tener padecimientos como el Alzheimer, Párkinson, epilepsia, esquizofrenia, depresión, ansiedad y déficit de atención.

Se refirió en especial al Glutamato, que se halla prácticamente en todo el cerebro, además de ser el principal excitador de otras neuronas cerebrales, y está relacionado con la función del Hipocampo, parte de ese órgano del cual depende la memoria, y de enfermedades como el Alzheimer y Párkinson.

“También se ha reportado que una dieta deficiente en Glutamato ocasiona deficiencias en el aprendizaje y la memoria”, abundó e informó que el precursor de este neurotransmisor es el Ácido Glutámico, el cual se encuentra en carnes, pescado, huevo y vegetales.

Otro es la Acetilcolina, y uno de los principales sitios a donde se libera es el Hipocampo; el Alzheimer está asociado a éste. “Cuando en el laboratorio se bloquea la actividad de este neurotransmisor y se impide su liberación hacia el Hipocampo se genera la muerte de este tipo de neuronas en los sitios donde se sintetiza este neurotransmisor, prácticamente también se pierde la memoria; es importantísimo para aprender y guardar la información, y hay gran recuperación de la memoria al ingerirlo o aplicarlo en cierta zona específica del cerebro”, apuntó.

Su precursor es la Ticolina, y puede encontrarse en brócoli, coliflor, soya, cacahuates, frijol, avena, plátano, naranja, papas, agregó.

El Gaba, explicó, se relaciona a males como la epilepsia y ansiedad. Está vinculado con el control de la tensión y del estrés; la falta de este ácido puede causar palpitaciones, ansiedad, inquietud, insomnio, poco deseo sexual y estrés. Se encuentra en carnes, huevo, almendras, nueces, lentejas.

Asimismo, la Serotonina donde, a diferencia de otros neurotransmisores, si se inhibe su liberación, facilita la memoria, mientras que cuando se incrementa su actividad, se afecta la memoria.

“Su papel no está directamente relacionado con aprender y guardar información y la memoria, sino más bien lo que hace es inhibir a través de sus diferentes receptores, a la Acelticolina y al Glutamato; su papel es modulador, o sea, si no tenemos Serotonina, nos va a generar un efecto contrario, precisamente porque son las que se encargan de inhibir a las otras tipos de células responsables de que aprendamos”, subrayó Gutiérrez Guzmán.

El Triptófano es su precursor y se encuentra en lácteos, huevo, garbanzo, lentejas, soya, pescado y carnes como el jamón.

En tanto, la Dopamina, cuya deficiencia de este neurotransmisor se traduce en problemas de atención, disminución del deseo sexual y control de los impulsos. Aumenta cuando a una persona se le estimula con alguna recompensa a alcanzar.

Se encuentra en la carne, pescado, plátano, habas, huevo, soya y granos, que deben consumirse para tenerlo con buen funcionamiento, indicó y aclaró que aparte de esa alimentación balanceada, también ayuda al cerebro realizar ejercicios físicos y mentales, a la vez de evitar el abuso de medicamentos, drogas, alcohol, tabaco y el estrés de manera frecuente.

Tomado de: http://www.mimorelia.com/noticias/135535

12 de marzo de 2014

Elefantes distinguen las lenguas y voces humanas

También analizan a las personas, aprovechando su célebre memoria.

Los elefantes salvajes pueden distinguir entre las lenguas humanas y saber si una voz es de un hombre, una mujer o un niño, según un nuevo estudio.
Esa fue la conclusión de los investigadores cuando reprodujeron grabaciones de personas para varios elefantes en Kenia. Los científicos dicen que esta habilidad de pensamiento avanzado, que no se ha detectado en otros animales, permite a los elefantes averiguar quién es una amenaza y quién no lo es.

Los resultados muestran también que mientras que los investigadores estudian a los elefantes, estos animales inteligentes también analizan a las personas, aprovechando su célebre memoria, dijo la autora del estudio, Karen McComb.

"Básicamente, ellos han desarrollado este conocimiento muy rico de los seres humanos, con quienes comparten su hábitat", dijo McComb, profesora de conducta y cognición animal de la Universidad de Sussex en Inglaterra.

"La memoria es la clave. Deben construir ese conocimiento de alguna manera", agregó.

El estudio fue publicado el lunes en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Sciences (Actas de la Academia Nacional de Ciencias).

McComb y sus colegas viajaron al Parque Nacional de Amboseli, en Kenia, donde cientos de elefantes salvajes viven entre los humanos, a veces en conflicto por el agua escasa.

Los científicos utilizaron grabaciones de voces de hombres masái -quienes en ocasiones matan elefantes en enfrentamientos mientras pastorean su ganado- y los hombres de Kamba, que representan menos amenaza para los elefantes.

Las grabaciones contenían la misma frase en dos idiomas diferentes: "Mira allá, se acerca un grupo de elefantes".

Cuando escucharon la grabación en idioma masái, los elefantes reaccionaron defensivamente en una proporción de casi dos a uno: retirándose y concentrándose, aparentemente porque asociaron las voces con la tribu humana más amenazadora, dijo Graeme Shannon, de la Universidad Estatal de Colorado y coautor del estudio.

"Ellos están haciendo un discernimiento muy fino usando habilidades para detectar el lenguaje humano" , dijo Shannon. "Son capaces de adquirir conocimientos muy detallados. La única manera de hacerlo es con un cerebro excepcionalmente grande".

Los investigadores repitieron el experimento con grabaciones de hombres y mujeres masái. En vista de que las mujeres casi nunca agreden a los elefantes, los animales reaccionaron menos defensivamente a las voces de las mujeres. Lo mismo ocurrió cuando se sustituyeron las voces por las de muchachos.

"Hacer este tipo de distinciones sutiles en los patrones de la voz humana es muy notable", dijo el experto en cognición animal de la Universidad de Emory Frans de Waal, quien no participó en el estudio.

Aunque el estudio revela hallazgos sobre la inteligencia de los elefantes y su capacidad de adaptación, también indica un problema, dijo el biólogo Josh Plotnik, fundador del grupo de investigación y defensa de los elefantes Think Elephants International, en un correo electrónico.

"Esto es fascinante porque apoya la evidencia que ya tenemos de que estos animales son muy flexibles conductualmente, pero también es triste porque indica que está creciendo el conflicto entre humanos y elefantes", añadió Plotnik, quien tampoco formó parte del estudio.

En otro experimento, McComb y Shannon alteraron las voces femeninas -haciendo que sonaran como masculinas al bajar su tono y resonancia- y masculinas -haciendo que sonasen femeninas, al incrementar su tono.

Esos cambios pueden engañar a la mayoría de los humanos, pero los elefantes inteligentes no cayeron en la trampa, dijo McComb. Volvieron a alejarse de las voces masculinas, a pesar de estar alteradas, y no de las voces femeninas manipuladas para que sonaran masculinas.

Tomado de: http://www.eluniversal.com.mx/ciencia/2014/elefantes-distinguen-lenguas-voces-84478.html


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Elephants recognize the voices of their enemies



5 de marzo de 2014

Los recuerdos tempranos de la niñez desaparecerían hacia los 7 años

Según un reciente estudio, los recuerdos más tempranos de la niñez parecen comenzar a desvanecerse hacia los 7 años.

Para determinar exactamente cuándo los primeros recuerdos de una persona empiezan a desaparecer, los investigadores grabaron las respuestas de más de 80 niños que tenían 3 años cuando respondieron por primera vez a preguntas de sus padres sobre seis eventos que habían experimentado en los últimos meses (una fiesta de cumpleaños, una visita al parque zoológico...).

Los niños se dividieron en distintos grupos y cada grupo regresó a una edad específica (5, 6, 7, 8 o 9 años) para evaluar sus recuerdos de esos eventos. Los niños de 5 a 7 años podían recordar el 63-72% de lo que habían recordado a los 3 años, pero el grupo de los que ya habían cumplido 8 o  9 años apenas podía recordar un 35% de esos eventos tempranos.

Aunque los niños más pequeños recordaban más eventos de los 3 años que los niños mayores, los recuerdos de éstos contenían más información, quizá porque la mejora de las habilidades lingüísticas ayuda a describir mejor el recuerdo y a fijarlo más en la mente.

Tomado de: http://www.neurologia.com/sec/RSS/noticias.php?idNoticia=4486

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