12 de diciembre de 2013

¿Memoria fotográfica?

Tomar fotografías durante la visita a un museo puede deteriorar los recuerdos precisos.


En la actualidad, durante la visita a un museo o a un monumento, resulta habitual encontrar nativos y foráneos con la cámara digital o el teléfono inteligente en mano para apuntar y disparar sobre alguna pieza de arte u objeto histórico. La memoria del dispositivo retiene la imagen. Mas ¿permanecen los elementos retratados también en la memoria del visitante?

Aunque fotografiar parece una buena manera de preservar el momento en el recuerdo, durante una visita al museo puede ser más aconsejable dejar la fotografía para más tarde, según una reciente investigación. «A menudo la gente saca su cámara, casi sin pensar, para capturar un momento, hasta el punto de que se están perdiendo cuanto sucede justo frente a ellos», indica Linda Henkel, de la Universidad de Fairfield y autora del estudio.

Recuerdos más vagos

Con el fin de averiguar el grado en que la captura fotográfica de eventos influye en su recordación posterior, Henkel llevó a un grupo de universitarios de visita a un museo. Pidió a unos cuantos de ellos que utilizaran la cámara para tomar nota de los objetos que veían; otros tan solo debían contemplar las piezas expuestas. Al día siguiente se puso a prueba la memoria de los voluntarios. 

Según se descubrió, los participantes que habían retratado las obras de arte con la cámara eran menos precisos en el reconocimiento de las piezas que habían visto en comparación con aquellos que «solo» las habían observado. Por otra parte, los primeros no fueron capaces de responder a tantas preguntas acerca de los detalles visuales de los objetos. En palabras de Henkel, se trata de un «efecto de deterioro por la toma de fotografías». Según explica: «Cuando las personas confían en la tecnología para que recuerde por ellos, contando con que la cámara grabará el evento y así no deben reparar en él plenamente, puede ejercer un impacto negativo en el recuerdo de la experiencia».

En un segundo ensayo, a parte de confirmarse los primeros resultados, se halló que el uso del zum de la cámara para fotografiar los detalles de un objeto, puede preservar en la memoria la pieza en su conjunto, no la particularidad retratada. «Estos resultados demuestran que el "ojo de la mente" y el ojo de la cámara no son lo mismo».


Con todo, la mayoría de los visitantes de museos probablemente argumenten que toman imágenes para mirarlas  con tranquilidad más tarde. Ahora bien, ¿ayuda a la recordación el hecho de revisar las fotografías que se han tomado? El reciente estudio sugiere que así es, pero solo si la persona se tomó en su momento el tiempo necesario para fijarse en el objeto. «La investigación ha sugerido que el volumen y la falta de organización de fotografías digitales desalienta a muchas personas a acceder a ellas y recordarlas», apunta Henkel «Con el fin de recordar, debemos acceder e interactuar con las fotografías, en lugar de, simplemente, acumularlas», concluye.

Tomado de: http://www.investigacionyciencia.es/noticias/memoria-fotogrfica-11664

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