Psicólogos de la Universidad Noroccidental han demostrado que cada vez que se evoca un suceso, el cerebro altera el recuerdo integrando en él nueva información tal vez dependiendo del estado de ánimo actual, o de la actividad o del lugar de ese instante, entre otros factores.
El momento en que se reclama el recuerdo puede también degradarlo, según trabajos de la Universidad estatal de Iowa. Los probandos vieron un episodio de 24 (serie televisiva estadounidense) en el que un terrorista blandía una aguja durante un ataque. A una parte de los sujetos se les preguntó sobre la escena; después todos oyeron una recapitulación, en la que se afirmaba, erróneamente, que el arma era una pistola paralizante. Solo quienes al ser preguntados afirmaron que se trataba de una aguja tuvieron más tarde dificultad en recordar el arma.
Neurocientíficos del Instituto de Tecnología de Massachusetts han implantado falsas memorias en ratones. En un inicio, los roedores aprendieron a distinguir entre un refugio seguro y otro que no lo era (en él recibían de cuando en cuando una descarga eléctrica). Más tarde, cuando los ratones se encontraban en la jaula peligrosa, los experimentadores les activaron el recuerdo de la estancia segura mediante una sonda óptica. Al día siguiente, al entrar en la cámara segura, los ratones se quedaron clavados en su sitio (señal de miedo), a pesar de que allí nunca sufrieron descargas.
Un estudio reciente en la Universidad Emory sugiere que pueden heredarse los recuerdos de nuestros padres; incluso de nuestros abuelos. Los experimentadores entrenaron a ratones para que temblaran asustados al percibir cierto olor. Los hijos, también los nietos de estos ratones, exhibieron la misma reacción a ese aroma, pese a no haberlo olido nunca.
Un «latigazo» de cafeína, equivalente a una taza grande de café (35 cl), facilitó que probandos de la Universidad Johns Hopkins recordaran mejor los datos que acababan de aprender. No obstante, es posible que el efecto solo se dé en las personas que no toman cafeína habitualmente.
Tomado de: http://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/numeros/2014/9/intromisin-en-la-recordacin-12370?utm_source=boletin&utm_medium=email&utm_campaign=Psicolog%25C3%25ADa+y+neurociencias+-+Octubre
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