31 de marzo de 2014

A más edad, peor sueño y memoria

Vinculan el envejecimiento cerebral con un deterioro de la calidad del sueño y de la memoria.



El envejecimiento en los humanos se relaciona con una pérdida gradual de las células cerebrales, las alteraciones del sueño y la disminución de la función de memoria, empero el modo en que se encuentran vinculados estos factores no se acababa de resolver. Un estudio reciente sugiere que la clave de la reducción de la memoria en la senectud reside en el sueño más ligero que acompaña al envejecimiento del cerebro.

Los investigadores de la Universidad de California en Berkeley hallaron en su trabajo que las personas mayores experimentan una fase profunda del sueño menor que sus contrapartes más jóvenes, fenómeno que han asociado de forma directa con un peor rendimiento de la memoria. Asimismo, el ensayo ha revelado que las personas mayores presentan una menor capacidad de recordar información novedosa tras dormir en comparación con los sujetos jóvenes.

El experimento

El equipo dirigido por Bryce Mander, de la Universidad de California en Berkeley, reclutó a a un total de 33 probandos sanos, 18 de los cuales contaba con unos 20 años, mientras que la edad de los 15 restantes se encontraba entre los 60  los 70 años largos. Pidieron a los participantes que memorizaran una lista de pares de palabras. Al cabo de 10 minutos, se solicitó a cada uno de ellos que nombrara los vocablos que acababa de aprender.

Tras ello, dejaron dormir a los probandos, circunstancia que los científicos aprovecharon para registrar  su actividad cerebral mediante electroencefalografía. A la mañana siguiente, los participantes debían repetir algunas de las palabras de la lista que habían aprendido el día anterior. Se volvió a medir su actividad cerebral, esta vez con resonancia magnética funcional.

Los resultados

Aunque los individuos jóvenes y los adultos mayores recordaban más o menos igual cantidad de palabras al cabo de 10 minutos de aprenderlas, tras un período de sueño los resultados diferían: los adultos mayores puntuaron un 55 por ciento más bajo en la prueba de memoria que los probandos veinteañeros. También mostraron una disminución significativa en las ondas cerebrales lentas asociadas con el sueño profundo (este era un 75 por ciento menor que en los participantes más jóvenes).

Los autores relacionan la alteración del sueño profundo que observaron en los adultos mayores con el deterioro de la memoria; de hecho, los probandos que manifestaron una actividad de ondas lentas menor recordaban menos pares de palabras. Asimismo, asocian esas diferencias con una reducción de la materia gris en la corteza prefrontal medial. «Sabemos desde hace décadas que el sueño se interrumpe en los adultos mayores, pero no sabíamos por qué», explica Mander. Y continúa: «Nuestros hallazgos muestran que el deterioro del cerebro y las alteraciones de la memoria y el sueño no son independientes, sino que están relacionados entre sí».

Ondas de la memoria

Se sabe que el sueño refuerza las memorias recientes. Por otra parte, se piensa que las ondas cerebrales lentas aumentan la transferencia de información desde el hipocampo (estructura cerebral crucial para la memoria) a otras partes del cerebro para el almacenamiento a largo plazo. Sin embargo, algunos científicos piden prudencia ante los resultados, ya que las diferencias anatómicas observadas podrían indicar una neurodegeneración temprana, no simplemente una pérdida natural de volumen cerebral. Según advierte Roxanne Sterniczuk, de la Universidad de Halifax: «La imposibilidad de examinar los cerebros de los participantes en relación a posibles patologías resulta una limitación importante. Sería interesante seguir con el estudio de estos mayores a lo largo del tiempo, o añadir un grupo de probandos con demencia para comparar las diferencias entre unos y otros».

Mander opina: «La interrupción del sueño es aún más pronunciada en el allzhéimer. Por ello, un siguiente paso sería ver si la interrupción del sueño en estas poblaciones se halla asociado con los síntomas de su memoria. De ser así, centrarse en el sueño podría reducir algunos de sus déficits.»



Tomado de: Investigación y ciencia

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